Las semillas de girasol son sumamente ricas en ácidos grasos insaturados.
Ayuda a rebajar los niveles de colesterol alto y a bajar los triglicéridos altos.
Son ricas en antioxidantes, por lo que ayudan a prevenir la aparición del cáncer a la vez que son útiles para luchar contra los efectos más nocivos del envejecimiento.
Contienen una gran cantidad de fibra dietética, por lo que están recomendadas a la hora de mejorar la motilidad intestinal, siendo útiles contra el estreñimiento.
Aportan saciedad y son muy depurativas. Por tanto, están recomendadas a la hora de adelgazar y de perder peso.